Mitos y alegorías
Las logias operativas estuvieron claramente en contacto con los templarios, grandes constructores de comandancias y castillos. Los acompañaron en las cruzadas para construir fortalezas y, por lo tanto, se pusieron en contacto con tradiciones antiguas y orientales. Pero no tenemos una prueba segura de una filiación directa entre la Francmasonería y la Orden del Temple, como han afirmado varios autores.
Portadora de mitos fundacionales, utilizando lenguaje simbólico, trabajando dentro del marco de los ritos, la Francmasonería es una y múltiple. Una, porque sea cual sea su variedad, combina la alegoría de los constructores de catedrales y el ideal de la caballería como representación de la construcción del individuo y su objetivo es establecer entre los hombres una fraternidad universal. También múltiple por la diversidad de sus ritos que, todos, de una forma más o menos explícita, apelan al Simbolismo Cristiano, al mismo tiempo que a todas las corrientes del pensamiento occidental, desde el Neoplatonismo
al Hermetismo
pasando por la Cábala.
Rápida difusión
A partir de 1723, la nueva organización publicará sus Constituciones y reglamentos, cuya redacción confió al Pastor, de origen escocés, James Anderson. Las Constituciones de Anderson
abordan en parte los Old Charges
(Antiguos Deberes), pero también aportan innovaciones importantes.
A lo largo del siglo XVIII, las logias se multiplicaron en Inglaterra y, en gran medida, la Francmasonería se extendió en veinte años por toda Europa. Se fundaron logias en Rusia (1717), Bélgica (1721), Irlanda (1725), España (1728), Italia (1733), Alemania (1736), Escocia (1736), Francia (1738).
El 15 de febrero de 1728, Felipe duque de Wharton, que había sido Gran Maestro de la Gran Logia de Londres y Westminster, fundó en Madrid una Logia Masónica,
la primera Logia especulativa que se instaló fuera de territorio inglés, y por lo tanto la primera del mundo más allá de sus fronteras, fue la Logia de Madrid nº 50. Estaba radicada en el número 17 de la calle de San Bernardo de Madrid en el «Hotel de Lys», debido a ello también se la conocía como «French Arms», «Tres Flores de Lys»
o «La Matritense».
La Logia de Madrid se independizó de la de Londres en 1767 convirtiéndose de ese modo en la Logia Madre de todas las obediencias españolas.
En la actualidad sigue en funcionamiento con el nombre y número de matrícula siguiente: Respetable Logia La Matritense nº 7 bajo los auspicios de la Gran Logia de España - Grande Oriente Español. Desde aquí le enviamos el Ósculo de la Paz y de la Fraternidad a todos sus componentes.